¡Quiero retruco! ¿Cuáles son las cartas para enfrentar al escarabajo “7 de oro”?
Desde el INTA Balcarce, Germán Cantón y Juan García brindan recomendaciones para evitar la mortandad en bovinos, equinos y ovinos, asociada al consumo de alfalfa infestada con Astylus atromaculatus.
1 de febrero de 2023 - 17:51
Compartí esta nota:
“El retraso o ausencia en la floración de especies vegetales que el insecto suele utilizar, produjo su aparición en hospederos menos frecuentes como la alfalfa, con posibles consecuencias para el ganado”.
Así se describía hace unos días la problemática que actualmente plantea el escarabajo “7 de Oro” (Astylus atromaculatus), no solo en la salud y productividad del ganado bovino, sino que también afecta a equinos y ovinos.
Con esto en mente, desde el Servicio de Diagnóstico Veterinario Especializado del INTA Balcarce, Juan García y Germán Cantón, avanzaron en la publicación de un informe específico sobre Mortandad en bovinos, equinos y ovinos asociada al consumo de alfalfa infestada con el escarabajo “7 de oro” (Astylus atromaculatus).
DESCARGÁ EL INFORME COMPLETO DEL SDVE DEL INTA BALCARCE
Allí no solo se destacan los pormenores del primer caso detectado en bovinos (en el noreste bonaerense) sino que también generaron una serie de encuestas y consultas de las cuales surgen datos más que interesantes.
Se recolectaron datos de 41 establecimientos con presencia del escarabajo.
Los datos arrojaron que la zona de mayor presencia del escarabajo es el norte bonaerense (70%), sur de Santa Fe (15%) y Córdoba (12%), y noreste de La Pampa (3%).
El 89% de los establecimientos observó el insecto en la alfalfa, y en menor medida en otros cultivos: maíz (21%), girasol (16%), soja (11%), sorgo (6%), así como en cardos (16%).
En la mayoría de los registros incluidos en la encuesta (70%) se menciona la asociación entre el consumo de alfalfas con el escarabajo por distintas especies (bovinos, ovinos, equinos) con trastornos digestivos y mortandad durante el mes de enero.
Los signos clínicos observados fueron: decaimiento, diarrea (con y sin sangre), cólicos y muerte súbita. Las tasas de morbilidad y mortalidad resultaron variables, siendo del 1-40% y el 1-10%, respectivamente.
Recomendaciones para veterinarios y agrónomos
En su informe, el INTA también destaca algunas medidas a considerar por los profesionales para hacer frente a la problemática:
Evitar o minimizar el consumo de forrajes con elevada concentración del escarabajo, realizando una vigilancia constante de las pasturas destinadas a animales antes de su ingreso y durante el pastoreo.
Debido a sus características de alimentación, se podría evitar la alta carga de insectos al realizar un “despunte” o corte superficial de las pasturas, para reducir la presencia de inflorescencias, y así obligar al insecto a buscar otro nicho floral.
En lo posible pastorear alfalfas con un bajo nivel de floración (<20%) lo que disminuiría la carga de insecto.
El escarabajo posee mayor actividad diurna, por lo que el pastoreo durante estas horas permitiría que el mismo vuele a medida que los animales van avanzando en el pastoreo y así evitar ser consumidos accidentalmente.
Ante el posible riesgo de mantener toxicidad aún seco, aquellas alfalfas destinadas a reservas forrajeras, antes de realizar el corte y previo a henificar, controlar que no queden o que haya baja concentración de escarabajos.
Si se decidiera aplicar algún insecticida, consultar a un ingeniero agrónomo, y tener en cuenta que muchas de las opciones disponibles pueden tener bajo poder residual, haciendo que estos recursos forrajeros puedan volver a cargarse de escarabajos.
Además, tener en cuenta el efecto adverso sobre otras especies de insectos benéficos.