Por Guillermo Hermo*
Laboratorio CHEMOVET
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Un mercado negro es aquel en el que se intercambian bienes y servicios cuya producción y/o distribución es ilegal.
Al estar compuestos por transacciones ilegales, los mercados negros tienden a aparecer en países o sectores con legislaciones más intervencionistas.
La prohibición de ciertos productos hace que aquellos que lo demandan solo puedan acudir a mercados ilegales (mercados negros) para adquirirlos.
Los mercados negros varían en tamaño según el país. Al estar constituidos por transacciones ilegales, sus componentes intentan esconder sus acciones del gobierno, por lo que medir su tamaño resulta muy difícil. Algunas estimaciones hablan de que el mercado negro constituye más de un 2% del producto interior bruto (PIB) mundial. Sin embargo, otras indican que la cifra es mucho más alta.
Algunos de los bienes y servicios más característicos del mercado negro son los siguientes: medicamentos, drogas, órganos, armas, prostitución, divisas y productos con copyright. Las transacciones de todos estos productos están, en mayor o menor medida, prohibidos o limitados en la mayoría de los países.
Aun así, sigue existiendo demanda, por lo que siguen apareciendo vendedores dispuestos suministrar el producto asumiendo los riesgos de su ilegalidad.
El mercado veterinario argentino y los productos farmacéuticos oncológicos veterinarios no son la excepción a la regla.
Muchas farmacias de humana y sus equipos de vendedores clandestinos y algunos oncólogos veterinarios asociados, comercializan medicamentos oncológicos de uso humano, no autorizados para el mercado veterinario.
¿Como debería ser el circuito comercial según la ley argentina?
Farmacias de Medicina Humana
Las farmacias de venta de medicamentos para la salud de humanos son consideradas una extensión del sistema sanitario nacional baja la órbita del Ministerio de Salud de la Nación Argentina (Ley N° 16.463, Ley N° 10.606, Ley N° 17.565 y Ley N° 26.567).
Resumen general
Agravantes
Veterinarias
Resumen general
La actividad veterinaria es considerada a la sanidad animal órbita del Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca de la Nación Argentina (Ley 13.636, Ley 27233, Res. 48/2013, Res. 1642/2019).
Agravantes
Es claro entonces que una veterinaria que estoquea, administra y/o comercializa medicamentos oncológicos de medicina humana para animales es una farmacia clandestina y todos sus participantes comenten, como mínimo, varios delitos penales partiendo de usurpación de la profesión de los farmacéuticos. Por supuesto también hay delitos civiles y comerciales asociados.
Para avanzar con estos temas, decidimos realizarnos algunas preguntas que clarifiquen en la práctica, la gravedad de la situación.
¿Qué sucede habitualmente y en qué puntos no se cumple con la ley?
La ley es muy clara. Cuando uno habla en el medio, muchos dicen “hay grises o huecos legales” pero la realidad es que eso no es así de ninguna manera.
La situación clásica es la siguiente: una veterinaria prescribe un medicamento oncológico de humana y este es vendido por la misma veterinaria o en una farmacia de humana. Ahí hay un muy claro acto de doble mala praxis, ya que están administrando y comercializando un medicamento de humanos a animales, que no cuenta con autorización del Senasa ni, por supuesto, con los respaldos técnicos de eficacia y seguridad para la enfermedad que se administró al paciente veterinario. Mas todo el respaldo jurídico detallado previamente.
Los medicamentos de humana no son lo mismo que los medicamentos de uso veterinario. Tendrán la misma droga, pero no es la misma formulación y decenas de factores más que hacen a la verdadera eficacia y seguridad de los medicamentos en las especies de destino y a la indicación aprobada por el organismo de sanidad animal.
Situaciones más frecuentes
Apología del delito
Hay veterinarios que inducen a utilizar medicamentos oncológicos de uso humano para animales, sea mostrando fotos de medicamentos oncológicos de humanos en sus disertaciones, comunicaciones, reuniones, etc.; incluso con docencia en facultades de Veterinaria de universidades públicas y privadas.
Sería bueno que puedan reflexionar por sus acciones incorrectas, en perspectiva de educar correctamente a nuevos estudiantes / profesionales y hacer que el mercado veterinario se desarrolle, progrese sana y profesionalmente.
¿Cómo se perjudica la salud de los animales?
Los medicamentos oncológicos de medicina humana no están legalmente aprobados para uso en perros y gatos con cáncer. Estos podrían traer consecuencias graves en la salud de la mascota.
El veterinario/a que prescribe es responsable de cumplir con la legislación vigente y asegurarse que el paciente oncológico reciba el medicamento adecuado. Un medicamento oncológico no autorizado para uso veterinario podría tener efectos colaterales no conocidos o no tener el efecto terapéutico deseado. Estos medicamentos no cuentan con pruebas de eficacia y seguridad en mascotas. Tienen cierto efecto químico/biológico en las neoplasias, pero es totalmente impredecible por todo lo comentado anteriormente.
¿Cómo impacta esto en el mercado veterinario en general?
En la salud de los animales, impacta en forma negativa ya que si bien algunos productos contienen drogas conocidas no cuentan con formulaciones específicas y adecuadas para pacientes oncológicos veterinarios.
Tal cual como hay “intrusismo” de adiestradores de animales, peluqueros, personas no matriculadas que medican, comercializan vacunas, pulguicidas/garrapaticidas, antiparasitarios, etc, dentro del mercado veterinario y, también el propio veterinario/a termina haciendo “intrusismo” en una profesional farmacéutica de humana, para la cual no tienen título habilitante, ni permisos sanitarios, que permitan el stockear, administrar y/o vender medicamentos de humana en su veterinaria.
Así como los veterinarios nos quejamos del intrusismo profesional en nuestra profesión, no deberíamos entrometernos en una profesión en la cual no tenemos ni título, ni establecimientos habilitados.
En lo comercial perjudica gravemente a los laboratorios farmacéuticos veterinarios como CHEMOVET, que abonan anualmente y en cada solicitud de registro, los aranceles correspondientes y se presenta debidamente toda la documentación ante la Dirección de Productos Veterinarios de Senasa.
Decimos esto, sin pasar por alto el “detalle” que algunos productos llevaron más de 10 años en que se apruebe un medicamento oncológico de uso exclusivo veterinario con características farmacotecnia adecuadas para dar seguridad y eficacia a los pacientes que necesitan este tipo de medicamentos según lo exigido por Senasa previo a su aprobación.
A lo largo de mínimo estos últimos 20 años se ha podido observar y comprobar las distintas situaciones notoriamente injustas que se dan a diario en el mercado interno en cuanto a la comercialización de productos y equipamientos veterinarios oncológicos que no están registrados y que venden con amplia libertad en nuestro país infligiendo la ley, sin ser advertidos y/o sancionados.
Esto significa una competencia desleal que perjudica a los que estamos debidamente registrados y abonamos los aranceles correspondientes de productos y de inscripción y mantenimiento de la firma inscripta.
También perjudica en forma muy notoria a los clientes de CHEMOVET (distribuidoras y veterinarios). Ellos están verdaderamente comprometidos con la medicina y fundamentalmente con la oncología veterinaria. Todos conocen el circuito de ventas ilegales que operan en Argentina, sin embargo, no compran. Por el contrario, tienen que competir en forma totalmente desleal con ese circuito.
¿Qué dicen los veterinarios cuando se les consulta por estos ilícitos?
La respuesta más común es que no conocían la legislación. Sin embargo, es importante aclarar con respecto a cuestiones legales como individuo/profesional, que partimos del principio jurídico universal que señala que “la ignorancia de la ley no exime de su cumplimiento”. Por eso, ninguna persona puede decir que no cumple con una ley por el hecho de no conocerla. Podrán evadir la realidad, pero no podrán evitar las consecuencias de evadir la realidad.
¿Dónde está la diferencia de costos entre productos de humana y los de veterinaria?
Partimos desde lo impositivo. Los medicamentos oncológicos de humana no pagan IVA. Ya ahí hay un costo un 21% menor al que paga un laboratorio habilitado por Senasa. Muchos laboratorios de humana reciben además subsidios o participan de licitaciones públicas en el cual el estado argentino inyecta dinero para producir medicamentos destinado al PAMI. Sin embargo, una proporción de tales medicamentos termina en el mercado veterinario.
Vender medicamentos en esas condiciones por supuesto es más económico.
¿Cuál es la razón por la cual los veterinarios son participes de este tipo de delitos?
Las razones son multifactoriales. Vender este tipo de medicamentos les es más rentable a los veterinarios; algunos solo participan de este de delitos por intentar que a los propietarios de mascotas les sea más accesible el tratamiento, otros quizás por algo de desconocimiento.
Sea como sea, ninguna de estas acciones está justificada.
¿Qué características tienen los medicamentos de la línea ONCOVET de CHEMOVET?
1- Productos de exclusivo uso veterinario.
2- Pensados exclusivamente para el paciente oncológico veterinario, según límites de tolerancia.
3- Medicamentos con características farmacotecnia especificadas para perros y gatos con cáncer, haciendo que sea productos sumamente seguros para lo que nuestros pacientes oncológicos requieren, en búsqueda de obtener los mejores resultados en los parámetros oncológicos respuesta al tratamiento.
4- Formulados con los excipientes correctos para su disolución y absorción en el sitio del sistema digestivo correcto.
5- Eficacia comprobada en cada una de sus indicaciones.
6- Proteger al tutor que administra la medicación, ya que las presentaciones son en comprimidos recubiertos.
7- Comercialmente defendemos el mercado veterinario en donde en todos sus eslabones hay mínimo un veterinario/a matriculado detrás eso nos distingue fuertemente de la venta ilegal de medicamentos de humana para animales, en que no hay ningún veterinario en la cadena comercial y usurpan nuestra noble profesión.
¿Qué características tienen los oncólogos que trabajamos en CHEMOVET?
En la vida sólo hay dos opciones: aceptar las condiciones existentes o aceptar la responsabilidad de cambiarlas. Como comentábamos anteriormente, nuestro equipo de trabajo y clientes están verdaderamente comprometidos con la oncología veterinaria. Entienden perfectamente que el progreso de la oncología veterinaria esta dado por el uso especifico de medicamentos para animales con afecciones oncológicas. Por ganar algo más de dinero. ninguno de ellos va a ir en contra de la profesión veterinaria. Por el contrario, combatimos al circuito ilegal con toda nuestra fortaleza y con honor.
El éxito exige compromiso. Altos niveles de compromiso van acompañados de altos niveles de excelencia.
Sólo las personas comprometidas alcanzan resultados extraordinarios. Y ese es el perfil de los clientes y aliados de CHEMOVET.
Invitamos a veterinarios interesados en el buen desarrollo y profesionalización de la oncología veterinaria a unirse a nuestro equipo y ser partícipes de este cambio. Sin dudas en muchos años dejaremos una gran impronta para las futuras generaciones de oncólogos veterinarios.
Estamos convencidos que el cambio tarde o temprano se va a dar.
* Guillermo Hermo es