Autoridades oficiales, productores, universidades y la industria privada avanzaron juntos en la generación e importación de una autovacuna elaborada en Estados Unidos.
31 de julio de 2015 - 23:13
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A un año de detectarse una problemática asociada a reovirus en la avicultura chilena y considerando que la performance de las vacunas disponibles estaba lejos de solucionarla rápida y eficientemente, comenzó a aplicarse en las aves una autovacuna elaborada por CEVA en Biomune, planta radicada en los Estados Unidos.
Vale decir que se trata no solo del primer producto de estas características que el Servicio Agrícola y Ganadero chileno autoriza a importar para su uso local, sino también de la primera autovacuna producida en los Estados Unidos para ser empleada fuera de su territorio.
«Teniendo en cuenta la importancia del tema, se pudo aislar el virus en la Universidad de Chile, y enviar a tipificar en organismos internacionales», le explicó el director regional de CEVA, Patricio Roan, a este Periódico MOTIVAR. Y Agregó: «Los resultados confirmaron una mutación del virus, razón que nos movilizó para avanzar en la autovacuna».
Otro dato interesante tiene que ver con que el SAG autorizó esta situación luego de visitar y auditar la planta Biomune de CEVA en los Estados Unidos en diciembre de 2014. Ya en febrero de 2015 se comenzó con la elaboración, dándose inicio a la campaña específica de vacunaciones hacia fines de junio pasado. «Se trata de una vacuna elaborada en base a una cepa específica chilena, generada en base al trabajo conjunto entre las autoridades oficiales, universidades locales y del exterior, así como de la Asociación de Productores Avícolas, CEVA y la cadena de distribución local que también formó parte de la iniciativa», explicó Roan. Y enfatizó: «Este es una ejemplo de cómo la interacción de estos actores puede solucionar el problema sanitario y evitar pérdidas a las que estaba expuesta la producción».
La enfermedad
Los reovirus aviares son ubicuos en las poblaciones de aves de corral y han sido reportados como responsables de la artritis viral (tenosinovitis), enanismo / crecimiento reducido, síndrome de malabsorción y paso de la ingesta sin digerir en aves de 4-16 semanas de edad.
La incidencia de la infección por reovirus en aves mayores es alta, pero en la mayoría de las aves no se observan síntomas clínicos.