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El Complejo Tristeza Bovina ocasiona una de las mayores pérdidas económicas que sufre la ganadería argentina: US$ 250 millones por año. Este es el nombre vulgar con que se conoce a la Babesiosis y Anaplasmosis, enfermedades que comparten ciertas características.
En el caso de la primera, es producida por dos parásitos: Babesia bovis y Babesia bigemina. La Anaplasmosis, en cambio, es causada por un microrganismo llamado Anaplasma marginale. Estos viven y se desarrollan en los globulos rojos, causando un cuadro de anemia grave e hipertermia.
Las Babesias son transmitidas únicamente por la garrapata común del ganado bovino (Rhipicephalus Microplus, ectoparásito hematófago) en sus distintos estadíos de crecimiento como larva, ninfa y adultos. La picadura de esa garrapata, además, provoca graves deterioros en los cueros, disminuyendo su calidad comercial.
Son los millones de dólares que anualmente pierde la ganadería local, por la presencia del Completo de Tristeza Bovina en los rodeos.
Asimismo, el Anaplasma puede ser transmitido por las garrapatas, pero los principales vectores son los insectos hematófagos, como moscas, mosquitos y tábanos. También, en forma mecánica, a través de la inoculación directa de glóbulos rojos infectados por agujas, instrumentos quirúrgicos, descornadores, mochetas, etc.
En los terneros, las infecciones no tienen consecuencias clínicas y dan como resultado el desarrollo de una inmunidad específica de por vida. Cuando la tasa de inoculación de Babesia spp. y A. marginale es alta, la mayoría de los terneros se infectan antes del año y quedan protegidos contra las infecciones futuras, aconteciendo la estabilidad enzoótica (equilibrio entre agente, huésped y entorno). Si la tasa es baja, una proporción importante de los terneros no se infecta naturalmente; se mantienen los rodeos en inestabilidad enzoótica y resulta en la ocurrencia de brotes de tristeza cuando los bovinos superan el año de edad.
Los brotes son más frecuentes en verano y otoño, cuando la población de garrapatas aumenta, la actividad de Babesias es más propicia y la proliferación de insectos favorece la transmisión de Anaplasma.
En establecimientos donde la tasa de inoculación es baja o la población de vectores fluctúa año a año, impidiendo mantener el estado de estabilidad enzootica, es necesario recurrir a la inmunización artificial de los terneros para prevenir la ocurrencia de casos clínicos de tristeza.
Para prevenir los estragos que ocasiona el CTB por el corrimiento de la frontera ganadera hacia el Norte, el MINAGRI en 2013 por Resolución Nº 227 creó el Programa Nacional de Prevención de la Tristeza Bovina, concentrado en una primera etapa en el NEA, región más vulnerable por ser endémica de garrapatas.
Por Licitación Pública ese año adquirió 270.000 dosis de vacunas Bío JAJA y casi 70 termos criogénicos para conservarlas y distribuirlas entre las provincias de Corrientes, Chaco, Formosa y Misiones, proporcionalmente a sus rodeos bovinos.
El objetivo de la presente publicación es dar a conocer los resultados de los análisis serológicos realizados en laboratorio de INTA – Rafaela sobre muestras de bovinos tomadas previamente (día 0) y luego de ser inmunizados con vacuna congelada Bio Jaja (día 60-90 post-vacunación), durante el 2do semestre 2014, en el marco del Programa, en establecimientos del Chaco.
Respecto de los resultados obtenidos en los análisis pre-vacunación (día 0), arrojaron un promedio de serología positiva para Anaplasma marginale, B. bovis y B bigemina de 59, 23,5 y 45 % respectivamente.
Esto revela que la media obtenida en los diferentes establecimientos indican la existencia de inestabilidad enzoótica a nivel poblacional para los tres hemoparásitos (considerando inmunoprotegidos si al menos un 75-80 % presenta anticuerpos para los tres agentes, de lo contrario estaría recomendado la vacunación).
En cuanto al promedio de los resultados serológicos post-vacunación (60-90 días), los resultados fueron de 94, 84 y 80% para Anaplasma spp, B. bovis y B bigemina respectivamente. Puede observarse una sólida inmunidad a nivel poblacional (mayor a 75%) para los tres agentes.
En la provincia del Chaco observamos que luego de la aplicación de Bio jaja en el Programa Nacional de Prevención contra la Tristeza Bovina, se ha transformado la población bovina, vacunada, de enzooticamente inestable a enzooticamente estable.
Así, se ve totalmente disminuida la posibilidad de riesgo de brotes de la enfermedad, con significancia económica.