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SUSCRIBITEA grandes rasgos, la sensación con la cual coinciden los representantes de los laboratorios veterinarios que operan en nuestro país sostiene que si bien 2014 no fue un año excelente desde los resultados económicos que dejó, tampoco perpetuó la debacle que se preveía tras la última devaluación de la moneda nacional. ¿Podría haber sido mejor? Absolutamente.
De hecho, los objetivos de muchas empresas quedaron por cumplirse en materia de unidades a comercializar, no sólo en el ámbito de la ganadería o la avicultura, sino también en el rubro de tecnologías y servicios ofrecidos para los animales de compañía.
El abastecimiento de insumos hacia la actividad porcina fue interesante y mantuvo la tendencia alcista de los últimos tiempos.
Más allá de eso y tal como hemos sostenido en artículos anteriores, 2014 sirvió para avanzar en una mejor estructuración del sector y las empresas que lo conforman (laboratorios y distribuidoras) en temas centrales como pudo ser su situación financiera, los plazos y métodos de cobranzas, una mayor segmentación y «purificación» de líneas de productos, la concreción de capacitaciones internas y cierto grado de avance en cuanto a la fidelización de clientes, entre otros temas que se perfilaban como críticos hacia fines de 2013.
Tal es así que si los resultados de este año siguen esta tendencia (y en base a lo conversado con los líderes de las principales compañías) nos encontraremos en diciembre hablando de otro buen año para el rubro.
Enmarcadas en este contexto y sin novedades a la vista en cuanto a posibles conflictos como el que pudo haber planteado el ingreso de un nuevo jugador al rubro de distribución de productos, las áreas de ventas y marketing de los laboratorios buscan establecer estrategias concretas y sustentables para este 2015.
Así las cosas y en base a lo que desde este Periódico MOTIVAR pudimos dialogar estos meses con los profesionales del sector, existe una serie de herramientas que reforzarían su presencia en el mercado.
La comunicación institucional, la difusión de conocimiento, las capacitaciones a clientes, el mejor aprovechamiento de las nuevas tecnologías y el reposicionamiento de la calidad de lo que se ofrece por sobre su precio, son sólo algunas.
A ellas, sin dudas se irán sumando una cada vez mayor intensificación en la búsqueda de «vendedores profesionales», que promuevan acciones técnico comerciales sustentadas en conceptos claros y rentables.
En definitiva y bajo el paragua de «ideas nuevas e interesantes que permitan un mayor aprovechamiento de los recursos», comenzaremos a percibir el desembarco del marketing de contenidos al rubro.
Esta es una muy buena noticia no sólo por la posibilidad de medir realmente las acciones que se concretan, sino también porque tanto los laboratorios como las distribuidoras encontrarán un ámbito más propicio que el actual para posicionarse desde el servicio y el conocimiento frente a todos sus clientes.
Si se toma por válido que el futuro de estas buenas intenciones dependerá de los resultados económicos que las empresas vayan logrando a lo largo del año, será difícil escapar de la lógica por medio de la Marketing termina corriendo siempre de atrás a Ventas.
Nadie duda que, en la búsqueda por trasladar exitosamente nuevas acciones al mercado local, surgirán los viejos pero vigentes paradigmas ligados a la competencia por precio que se seguirá dando en los diferentes segmentos del mercado.
De allí la importancia de darle lugar y, fundamentalmente, tiempo a las propuestas sobre las cuales las empresas basan hoy sus expectativas.
En este sentido, el contenido real y concreto que cada quien tenga para ofrecer jugará un rol preponderante para, ahora sí, aprovechar las inversiones realizadas en herramientas, redes sociales, aplicaciones y plataformas virtuales.
Porque, claro, sin contenido, no hay tecnología que funcione.
Analistas de diversos rubros describen al presente como un año de transición en el cual las empresas se focalizarán en su organización interna y en la planificación de estrategias que permitan hacer frente a mercados más robustos a partir de 2016.
Independientemente de esto, sectores como el veterinario tienen por delante el desafío de seguir recuperando rentabilidad en un mercado cada vez más competitivo, pero a la vez mejor predispuesto a los cambios.
Es el gran debate en el marco de una actividad que debe comenzar a definir si se orienta a comercializar tecnología o commodities.
¿Quién prevalecerá? Este es un buen año para evaluarlo…