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EN BUSCA DE LOS 2.000.000 DE TERNEROS QUE HACEN FALTA

“Es posible aumentar la producción ganadera con una mejor sanidad”

La Cámara Argentina de la Industria de Productos Veterinarios cuantificó las pérdidas ocasionadas por las enfermedades, proponiendo acciones concretas para evitarlas de manera rentable.
Por PATRICIO HAYES 31 de enero de 2015 - 23:01

A fines del año pasado y en base al trabajo realizado por diversos integrantes de la comisión directiva de Caprove, se ha podido llevar adelante una actualización de los datos que conforman el Plan Sanitario Productivo promovido por la entidad a nivel nacional desde el año 2006, con el objetivo de contribuir al resguardo de la sanidad animal y al incremento de la productividad del rodeo bovino actual.

ENFERMEDADES REPRODUCTIVAS

Los animales susceptibles de contraerlas son 22.300.000 de madres, 1.120.000 toros y 3.350.000 de vaquillonas de reposición. Considerando que en una primera etapa sólo se acceda a los rodeos productivos organizados, el universo a vacunar sería de 27.100.000 dosis. En la práctica, sólo se utilizan 7.700.000 de dosis.
Es decir: sólo se vacuna el 25% del rodeo reproductivo y es coincidente con el porcentaje de animales en los que se supera el 85% de parición anual.

TRICHOMONIASIS Y VIBRIOSIS

Son dos enfermedades venéreas que afectan a los rodeos con servicio natural, bajando entre un 5 y 10%, por su presencia, los índices de preñez, siendo su diagnóstico y tratamiento un proceso de fácil resolución a través de la actuación de un profesional veterinario y de laboratorios de diagnóstico acreditados.
Su existencia se debe, básicamente, a no estar incluido su control en los planes sanitarios de una gran parte de los rodeos.

IBR Y DVB

Su prevención es fundamental para el desarrollo de un ternero sano, ya que su infección lo hará portador para toda su etapa productiva.
Deberían emplearse 24.500.000 de dosis para lograr una cobertura vacunal del 90%, pero hoy se emplean 11.600.000 de dosis. Casi el 47% de los terneros podrían presentar patologías vinculadas a dichos agentes.

PARASITOSIS

Los problemas ocasionados por las mismas quedan en evidencia al comparar el número de dosis que técnicamente se deberían usar: 211 millones de dosis para animales de 200 kilos, frente a las que realmente se usan: 100 millones de dosis en todo el rodeo nacional. En base a esta situación, los especialistas consideran una pérdida de $9.000.000.000. Es decir, alrededor de $7 por cabeza de los 13.000.000 de potenciales animales que no se desparasitarían.

CARBUNCLO

De acuerdo a las existencias ganaderas se deberían vacunar alrededor de 40.000.000 de animales. Sin embargo, en 2013 se comercializaron sólo 17.900.000 de dosis, vacunándose el 45% del rodeo susceptible de enfermar, provocando muertes de animales adultos en plena etapa reproductiva, confirmándose en el año 2014 la muerte de un ser humano.

QUERATOCONJUNTIVITIS

Sobre un uso recomendable de 24.030.000 de dosis, en 2008, fueron utilizadas sólo 13.600.000 de dosis (56%). Esta enfermedad provoca una pérdida de 80 gramos por animal enfermo por día, ocasionando pérdidas no sólo en animales en engorde, sino en terneras y vaquillonas de reposición que deben ser descartadas como madres.

Bajo ese paraguas, la Cámara impulsa la implementación de herramientas sanitarias para controlar las patologías que afectan la reproducción de los animales, desde la concepción hasta el parto, disminuyendo la mortalidad neonatal y permitiendo una mayor cantidad de terneros destetados.

En definitiva, la propuesta apunta a dar los lineamientos necesarios sobre cómo impacta la sanidad en la productividad animal para que luego cada asesor veterinario privado sea el que diseñe un plan sanitario productivo a medida de las características y requerimientos de los productores que asesora.

Así, desde Caprove proponemos (manteniendo el stock actual de madres, y con un manejo eficaz de la sanidad) aumentar la tasa de preñez, incrementar la de destete en 10 puntos y disminuir fuertemente las pérdidas por enfermedades parasitarias y metabólicas, para lograr un crecimiento de la tasa de extracción de 4 puntos y alcanzar un mejor índice de conversión por categoría, permitiendo así producir más terneros.

Destacamos que para cumplimentar estas metas será imprescindible avanzar en una mayor participación de los asesores veterinarios dentro de los planteos productivos, como responsables de diseñar y monitorear las estrategias sanitarias dentro de cada establecimiento, consolidándose como los profesionales que mejor conocen la calidad y trazabilidad de los procesos y las tecnologías que recomienda.

 

¿Cómo aumentar la productividad?

Los aspectos sanitarios son fundamentales a la hora de incrementar el stock y la productividad ganadera.

La relación entre el incremento de las exportaciones y el aumento de los precios de la carne en el mercado interno es el resultado de una producción claramente insuficiente.

De hecho, los especialistas coinciden en que se debe incrementar en al menos 2.000.000 de terneros la producción anual para comenzar a dar respuesta a una demanda de carne en constante crecimiento. En forma paralela, el auge de los cultivos redujo en 15.000.000 de hectáreas el área destinada a la ganadería.

Con un 61% de destete a nivel país, una tasa de extracción del 25% y un manejo que no incluya los conceptos técnicos de la producción, estos 2.000.000 extras de terneros harían necesario incrementar el rodeo de madres de 22.300.000 (cantidad del año 2014) a 25.600.000 en un contexto de pérdida de hectáreas a favor de la agricultura, con pérdida de calidad de tierras.

No tenemos dudas que desde los distintos sectores involucrados en la actividad se proponen soluciones, válidas por sus razonamientos aislados, pero complicadas, onerosas y de difícil aplicación en la práctica con la celeridad que las circunstancias indican.

Por eso, la propuesta de Caprove apunta a mantener el mismo stock de madres, incrementar el porcentaje de parición, evitar las pérdidas neonatales y lograr un incremento de la tasa de destete de 10 puntos (de 61% a 71%) y en la de extracción de 4 puntos (del 25% al 29%), que se comenzaría a comercializar en tres años.

En definitiva, se busca aumentar la productividad del rodeo actual, lo cual se conseguirá incrementando los índices de concepción, parición y destete y alcanzando un mejor índice de conversión por categoría.

Que quede claro: lograr el mismo resultado aumentando el stock de madres implicaría un período mínimo de cinco a seis años (tres para que las terneras retenidas paran y de dos a tres años para que sus terneros lleguen al peso de faena) sin tener en cuenta que las terneras que se dejen como retención de vientres faltarán como vaquillonas para faena.

Más allá de que se reconoce a la alimentación como un factor fundamental para lograr cualquier tipo de mejora en la producción, es aplicando los conceptos de sanidad sobre el rodeo con lo que se podrán eliminar las patologías que afectan a la reproducción, desde la concepción al parto, y evitar la mortalidad neonatal, lográndose estos resultados con el asesoramiento veterinario y el uso responsable de productos veterinarios de calidad reconocida.

 

¿Cuáles son las problemáticas a tener en cuenta?

En este punto es clave tener presente que son las enfermedades reproductivas, como brucelosis, IBR, DVB, trichomoniasis, leptospirosis y vibriosis genital bovina, las causantes de las bajas tasas de concepción y de partos. Por su parte, otras patologías como la diarrea neonatal y la neumonía neonatal, se constituyen como las responsables de la mortandad de un alto número de terneros.

Un análisis sintético, pero a fondo, de la situación sanitaria del país frente a estas patologías nos permitirá entender por qué a través del manejo sanitario inteligente se puede mejorar el stock y la productividad ganadera.

Un recordatorio previo será necesario como base de la revisión: una vez que una determinada enfermedad ha sido considerada endémica, sólo la prevención y el tratamiento del 100% de los animales susceptibles de contraerla permitirá reducir los efectos de su presencia, muestra de ello es lo ocurrido con la fiebre aftosa.

Sólo se logra su control a partir de una cobertura vacunal superior al 90%.

 

¿Cuánto pierde la actividad por no invertir en sanidad?

Si bien el 61% de destete a nivel país no es sólo el resultado de la presencia de las enfermedades reproductivas, los estudios de prevalencia le adjudican a este tipo de patologías una muy alta incidencia, considerándose que con la genética actual y los mismos niveles nutricionales se podría pasar al 71% de animales destetados, controlándolas por medio de una correcta implementación de planes sanitarios productivos.

El resultado consiguiente sería producir los 2.000.000 de terneros adicionales que actualmente son necesarios para cubrir la creciente demanda interna y externa de carne, aumentando la tasa de extracción del 25% actual al 29%.

Técnicamente este concepto se convalida con los trabajos realizados por el INTA Marcos Juárez, cuando uno de sus técnicos, el Dr. Gustavo Zielinski remarca: «La salud animal y la parición son los pilares para recuperar el stock bovino. Un 40% de vacas son huéspedes en los campos y no producen terneros: la mitad se debe a un déficit en la concepción y la otra es producto de enfermedades reproductivas».

Para el caso de estas últimas patologías, debemos considerar como animales susceptibles de contraerlas, a 22.300.000 madres, 1.120.000 toros y a 3.350.000 de vaquillonas de reposición. Comprendiendo esto, veremos que prevenirlas implica el uso anual de una doble dosis de vacuna reproductiva en las vaquillonas y de una dosis en las madres y padres, con lo cual se deberían emplear 30.120.000 de dosis.

Considerando que en una primera etapa sólo se acceda a los rodeos productivos organizados, el universo a vacunar sería de 27.100.000 dosis, mientras que en la práctica sólo se utilizan 7.700.000 de dosis. Este dato refleja la gravedad del problema: sólo se vacuna al 25% del rodeo reproductivo y es coincidente con el porcentaje de animales en los que se supera el 85% de parición anual.

Por su parte, en enfermedades como IBR y DVB -cuya prevención es fundamental para el desarrollo de un ternero sano, ya que su infección lo hará portador para toda su etapa productiva- deberían emplearse 24.500.000 de dosis para lograr una cobertura vacunal del 90%.

Sin embargo, hoy se emplean 11.600.000 de dosis, con lo cual casi el 47% de los terneros podrían presentar patologías vinculadas a dichos agentes.

Para el caso de la brucelosis, una zoonosis cuya importancia y gravedad es un tema por todos conocido, pero no por eso resuelto, sigue estando presente en los rodeos de cría, afectando la preñez y constituyendo un importante riesgo para la salud humana. Se hace necesario el cumplimiento del programa respectivo implementado por el Senasa.

Ya refiriéndonos a trichomoniasis y vibriosis (campilobacteriosis), veremos que se trata de dos enfermedades venéreas que afectan a los rodeos con servicio natural, bajando entre un 5 y 10%, por su presencia, los índices de preñez, siendo su diagnóstico y tratamiento un proceso de fácil resolución a través de la actuación de un profesional veterinario y de laboratorios de diagnóstico acreditados, debiéndose su existencia básicamente a no estar incluido su control en los planes sanitarios de una gran parte de los rodeos.

A estas pérdidas por patologías reproductivas se les deben agregar las disminuciones productivas provocadas por carencias minerales, hormonales y por parasitosis internas y externas, al retrasar los períodos de entore y disminuir los índices de preñez.

En este último punto vale remarcar que los problemas ocasionados por las parasitosis quedan en evidencia al comparar el número de dosis que técnicamente se deberían usar: 211 millones de dosis para animales de 200 kilos, frente a las que realmente se usan: 100 millones de dosis en todo el rodeo nacional.

Contemplando esta situación, los especialistas evalúan la problemática en una pérdida de $9.000.000.000.

Es decir, alrededor de $7 por cabeza de los 13.000.000 potenciales animales que no se desparasitarían.

De esta manera se pueden evaluar cada una de las patologías que afectan a los rodeos, como el caso de carbunclo; enfermedad zoonótica contra la cual, de acuerdo a las existencias ganaderas, se deberían vacunar alrededor de 40.000.000 de animales.

Sin embargo, en el año 2013 se comercializaron sólo 17.900.000 de dosis, vacunándose el 45% del rodeo susceptible de enfermar, provocando muertes de animales adultos en plena etapa reproductiva, confirmándose en el año 2014 la muerte de un ser humano.

Un análisis similar realizado para el caso de la queratoconjuntivitis muestra que sobre un uso recomendable de 24.030.000 de dosis, en 2008, fueron utilizadas sólo 13.600.000 de dosis (56%).

Esta enfermedad provoca una pérdida de 80 gramos por animal enfermo por día, ocasionando pérdidas no sólo en animales en engorde, sino en terneras y vaquillonas de reposición que deben ser descartadas como madres.

Como se desprende de este análisis, la sanidad afecta de manera directa a la producción por lo que su control es el método más eficiente y rápido para aumentar el número de animales destinados a faena.

 

Rodeos de engorde

Por otra parte, una adecuada implementación de planes sanitarios en los rodeos de engorde nos daría la respuesta inmediata a las necesidades urgentes.

Como se dijo, actualmente se usan casi 100.000.000 de dosis de antiparasitarios, menos de lo que se debería usar y los estudios demuestran que por cada dosis no usada se pierden al menos 30 gramos de carne por día por animal no tratado, con una pérdida total de $9.000.000.000 millones.

De la misma manera afectan al engorde enfermedades como IBR, DVB, queratoconjuntivitis, sarna, garrapata, carencias minerales, las cuales tienen en el médico veterinario -como profesional- y en la industria farmacéutica veterinaria, la tecnología disponible para dar una respuesta adecuada a tan crítica situación.

CRECE LA DEUDA INTERNA

Las pérdidas para el sector ganadero superan los $18 mil millones

DE LA REDACCION DE MOTIVAR
[email protected]

Según se informara desde la Cámara Argentina de la Industria de Productos Veterinarios, el sector ganadero invirtió en sanidad un promedio de $33 por animal en todo el año 2014. «De este total, el valor correspondiente a sanidad preventiva fue de $24.40, mientras que el resto corresponde a productos de uso terapéutico o de manejo como antibióticos y hormonales», aseguraron.
Más allá de esto, el documento difundido por Caprove dejó en claro que la aplicación de un correcto Plan Sanitario Productivo (siempre con un profesional médico veterinario como corresponsable sanitario a cargo) requiere de una inversión de $42 por animal y por año, equivalente a una inversión extra de $17.60 por animal y por año, lo que representaría una inversión global extra para el sector de $880.000.000.

Rentabilidad de la inversión
«La falta de implementación de estos planes produjo pérdidas para el sector valuadas en los $18.400.000.000 para el año 2014, debido a una menor tasa de concepción, un bajo porcentaje de parición, una baja tasa de extracción, una baja tasa de ganancia de peso y el impedimento de dar respuesta a un incremento de la demanda», se sostuvo desde Caprove. En ese marco, los especialistas agregaron evitarlas hubiera requerido una inversión extra de $880.000.000, lo cual representa una rentabilidad de más de 21 veces sobre la inversión.
«Por lo expuesto, creemos necesario generar un cambio fundamental en nuestra ganadería, con menor cantidad de hectáreas en producción en la cual lo importante sea la capacidad de producción del actual stock bovino, a través de la aplicación de toda la tecnología disponible, que está al alcance de todos los productores, con costos significativamente bajos y que nos llevarían a una producción eficiente, con capacidad para hacer frente a los incrementos de la demanda de carne interna y externa», concluyeron desde la Cámara.

PUEDEN ACCEDER AL MISMO DE MANERA COMPLETA

Todo el Plan Sanitario Productivo a disposición de los asesores veterinarios

DE LA REDACCION DE MOTIVAR
[email protected]

Más allá de la actualización de datos realizada por Caprove en el marco de las pérdidas anuales que ocasionan las enfermedades sobre los rodeos bovinos en nuestro país y la descripción concreta en cuanto a cómo si se las evitara se lograría incrementar la productividad nacional, el Plan Sanitario Productivo de la Cámara contempla una serie de informaciones y anexos que sin dudas serán de interés para los asesores veterinarios de todo el país.
Es por ello que quienes quieran solicitar la versión completa del documento, podrán hacerlo vía e – mail escribiendo a [email protected].

Los contenidos
La herramienta de Caprove contempla, en primer lugar, información clave sobre los criterios técnicos a tener en cuenta para la elaboración de un plan sanitario.
En este punto, desde la entidad se remarcó que no existen «recetas» únicas, «ya que cada establecimiento, atento a sus características productivas, ubicación geográfica y manejo, requerirá de una acción sanitaria determinada, siendo el médico veterinario el único capacitado para brindar el asesoramiento correspondiente».
Más allá de esto, la información subraya la importancia de tener en cuenta aspectos centrales como la probabilidad de ocurrencia de las enfermedades, sus consecuencias concretas sobre la explotación y el análisis costo – beneficio de las medidas propuestas.
Además, se avanza en la correcta utilización de las vacunas, con especial hincapié en las enfermedades reproductivas y en aquellas que afectan a los terneros pero cuya recomendación se orienta hacia la vacunación de los vientres.
También se remarca el impacto y la correcta forma de trabajo en el marco de las enfermedades carenciales (raquitismo por carencia de Ca.; hipofosforosis; hipocuprosis; hipomagnesemia; molibdenosis y carencias de Zn, Se y Vit E).
Para el caso de la utilización de los antiparasitarios, los expertos de Caprove avanzaron en la difusión de los distintos tratamientos (rotación de drogas), destacando las drogas con efecto antihelmíntico disponibles en medicina veterinaria y la actualidad en el marco de problemáticas puntuales como garrapata común del bovino (Boophilus microplus), la mosca de los cuernos (Haematobia irritans), la sarna (Psoroptes bovis) y los piojos.
También se publicaron una guía de Buenas Prácticas en el Uso de Productos Veterinarios, destacándose en ellas no sólo recomendaciones básicas a tener en cuenta, sino también detalles específicos a considerar por todos los actores involucrados en la producción ganadera.
Por último, el documento dispone de capítulos complementarios en los cuales se hace referencia a la correcta aplicación y empleo de productos hormonales y tratamientos carenciales, así como también a la utilización de antibióticos.

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