GS1 Argentina organizó un «Market Place» donde se mostraron soluciones tecnológicas para resolver el tema, con miras a las exigencias del Senasa en este año 2013.
domingo 08 de septiembre de 2024
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Con el objeto de orientar a la industria veterinaria y al sector de agroquímicos y fertilizantes en vísperas del nuevo Sistema Nacional de Trazabilidad que lanzará el Senasa este año, GS1 Argentina (una organización miembro de estándares internacionales para la codificación de productos)- invitó el 30 de noviembre pasado a referentes del sector a una de sus habituales muestras tecnológicas llamadas «Market Place», en busca de encontrar las mejores soluciones para identificar y trazar los distintos productos.
Vale recordar que GS1 es una organización con presencia global en más de 150 países, que facilita la adopción de estándares y mejores prácticas para la identificación, la transacción y la transferencia de bienes, servicios y documentos comerciales.
En estos encuentros, GS1 Argentina invita a diferentes sectores y a proveedores de hardware y software (socios auspiciantes y colaboradores de la firma) y que implementan sistemas de trazabilidad, para facilitar el conocimiento y la toma de decisiones que mejoren la captura de datos y la lectura automática del etiquetado.
Las empresas expusieron sobre sistema de identificación para medicamentos y otros compuestos, considerando para este sector las tecnologías más convenientes para etiquetado, soportes informáticos y equipamientos.
Se pudieron visualizar soluciones que incluyeron la identificación, con análisis de diferentes sistemas como códigos de barra, datamatrix y Rfid; así como lectores laser o software administrativos y de tipo ERP.
Un lugar destacado ocuparon las modificaciones necesarias para mover productos, dado que no es lo mismo «unidad», que «lote».
El foco estuvo principalmente en la alineación de datos y en lograr un mapeo de la trazabilidad para poder adaptar los procedimientos logísticos a las exigencias del nuevo sistema del trazabilidad que impondrá el Senasa, como ya está ocurriendo con los medicamentos para el sector humano, con las exigencias de la ANMAT.
Entre los sistemas de identificación, se analizaron las etiquetas con RFID, que a diferencia de las tecnologías de código de barra -que son bidimensionales- tiene un código unívoco y permite seguir cada unidad en todo momento.
Entre otros, se explicaron distintos tipos de etiquetas como las de poliéster «casara de huevo», de material autoadhesivo que se utiliza para evidenciar la originalidad del producto y también para demostrar su apertura o violación.
En estos casos, es imposible retirar la etiqueta de la superficie aplicada: al intentarlo la misma se destruye dañando sustancialmente su superficie.
Puede imprimirse por sistema flexo y por transferencia térmico. También se presentaron otras etiquetas, llamadas comúnmente «piel de cebolla», con material autoadhesivo. En estos casos y al retirar la etiqueta de la superficie aplicada, ésta se destruye en láminas dejando rastros de violación en el envase.
Por último, se pudieron ver etiquetas con hologramas stamping, que tienen distintos niveles de seguridad que se logran mediante imágenes en 2D o 3D con efectos de animación, códigos ocultos o variables, etc.
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