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SUSCRIBITELas infecciones parasitarias afectan particularmente los sistemas pastoriles intensivos de producción de bovinos y ovinos, cuyo efecto varía desde la mortandad de animales, hasta las pérdidas productivas subclínicas, con marcado efecto sobre el rendimiento/calidad de la res y la funcionalidad en hembras destinadas a reproducción.
Lo mismo ocurre con la producción de carne y lana, en los ovinos.
Tal perspectiva se ve agravada a raíz de la intensificación de los sistemas pastoriles de producción, en base al aumento de la dotación animal por unidad ganadera, lo que acarrea pasturas con altas cargas parasitarias, que incrementan su efecto productivo.
En lo particular, el control de las infecciones parasitarias se ha basado casi exclusivamente en la aplicación de antiparasitarios -en la mayoría de los casos, sin diagnóstico profesional que lo justifique-.
Esta situación se dio particularmente en los últimos años, donde el bajo costo relativo de los productos favoreció su aplicación masiva. Los mismos compuestos, de gran potencia terapéutica, han sido utilizados durante los últimos 30 – 40 años y sólo recientemente se ha lanzado al mercado una nueva clase de antihelmíntico (aminoacetonitrilo), el monepantel, únicamente disponible para su uso en ovinos. La utilización indiscriminada de los mismos principios activos durante tanto tiempo, ha generado un incremento paulatino de la resistencia de los parásitos internos a los distintos compuestos.
Desde el punto de vista económico, la resistencia de las infecciones parasitarias a los tratamientos pueden generar una pérdida al sistema de producción de alrededor del 50%, en 90 días de pastoreo (Fiel. 2011) o del 10% en un feedlot (Fazzio. 2011).
En el primer caso y para un lote de 300 animales, las pérdidas directas alcanzan los $18.300 en 90 días de pastoreo ($ 10 / kilo vivo). En tanto que en feedlot, la pérdida para la misma unidad productiva alcanza los $24.600 en 75 días de encierre, descontando el gasto de antihelmínticos en ambos casos.
Tal desafío sanitario señala la urgencia de continuar profundizando en su conocimiento, pero por encima de ello, reafirma la necesidad de la rápida transferencia a los sectores profesionales y productivos, permitiendo controlar y prevenir el fenómeno de resistencia a los antiparasitarios en los sistemas actuales de producción.
En su estrategia organizativa – operativa y para el cumplimiento de los objetivos de transferencia, el programa de Control Parasitológico Sustentable integra a los sectores profesionales (veterinarios y laboratorios de diagnóstico), la industria farmacéutica (Pfizer) y organismos oficiales (IPCVA).
Sus objetivos se orientan a garantizar en el tiempo la sustentabilidad productivo – económica y biológica del sistema, y la eficacia de los antihelmínticos, en un marco de niveles de residuos químicos aceptables en tejidos comestibles, compatibles con las normativas locales e internacionales para el consumo de carnes y derivados.
Como resumen de las actividades que el programa CPS ha desarrollado durante 2012 se pueden mencionar:
El desarrollo de las actividades previstas ha sido satisfactorio en el primer año, teniendo en cuenta que, un emprendimiento que resulta claro en sus objetivos, presenta un desafío relevante, cual es lograr la articulación armónica de los principales actores del sistema productivo, en el marco deun problema sanitario de alto impacto económico en la producción animal de nuestro país.