» En exclusiva, entrevistamos a las autoridades del Sindicato Brasilero de la Industria de Sanidad Animal y del Ministerio de Agricultura de aquel país.
¿Los ejes? Armonización de normas y el ingreso de productos a nuestro mercado.
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SUSCRIBITE» En exclusiva, entrevistamos a las autoridades del Sindicato Brasilero de la Industria de Sanidad Animal y del Ministerio de Agricultura de aquel país.
¿Los ejes? Armonización de normas y el ingreso de productos a nuestro mercado.
Por Luciano Aba |
Protocolares y siempre sustentados en un discurso unificado cuando defienden en el exterior la postura de su país, las autoridades brasileras surgen siempre como un desafío para quienes las entrevistan. Asumiendo esto e intentando generar respuestas que escaparan a formalismos que no aportan al interés general de nuestros lectores, generamos -en la última edición del CAMEVET- un encuentro con tres de las máximas autoridades del sector veterinario en Brasil.
Así, el presidente del SINDAN, Ricardo Pinto, y su gerente de operaciones, Emilio Salani, accedieron junto al representante del MAPA -Marcos Vinicius-, a compartir su visión respecto del futuro del Foro Continental y otras cuestiones ligadas al intercambio de productos con Argentina.
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MOTIVAR: ¿Logrará CAMEVET que sus recomendaciones sean tenidas en cuenta por otros organismos?
Emilio Salani: No existe ninguna otra alternativa que no sea seguir intentando reunir a toda la industria de la Región y -al mismo tiempo- sensibilizar a los representantes oficiales para que comprendan que éste es el camino correcto.
Necesitamos un Foro con características y fortalezas propias, del cual surjan documentos acordados e internalizados en los distintos países, dejando atrás cualquier tipo de diferencia que pueda existir.
Es clave que todos los involucrados en el rubro de la sanidad animal tengamos reglas claras y previsibilidad frente al futuro inmediato, de manera de poder trazar planes adecuados de inversión y desarrollo, así como también para lanzar nuevos productos que se adapten a las normativas.
Ricardo Pinto: Es fundamental que tanto la parte privada como el sector oficial comprendan la necesidad de lograr un ritmo más adecuado y cierto de trabajo, capaz de encontrar las soluciones necesarias para las problemáticas cotidianas del sector. Se han desperdiciado grandes oportunidades y eso crea ciertas confusiones.
Somos parte de un Continente clave para el desarrollo global: los países sudamericanos somos proveedores de alimentos y debemos responder a las nuevas demandas. No nos gustaría estar en otro sector, por lo cual debemos poder transitarlo en base a estructuras y normativas sólidas.
Sorprendió la comunión que tuvieron en el evento el SINDAN y el MAPA…
Marcos Vinicius: No hay otra forma de trabajar que no sea en conjunto. El Estado pone barreras y las empresas deben adecuarse, debatiendo y discutiendo, pero adecuándose. No se pueden establecer barreras que no garanticen la calidad mínima para los usuarios de los medicamentos.
Estamos en una región productora de alimentos, razón por la cual necesitamos de estándares que permitan a los productos aumentar la productividad animal, garantizando la seguridad de los alimentos.
Salani: Se necesita un sector privado fuerte y un sector oficial, también fuerte.
La máxima que existía en cuanto a buscar penalizaciones, casi persecutorias, quedó en el pasado. Necesitamos orientación, asesoramiento y respuestas ligadas a la comprensión de los tiempos que corren.
No es necesario aplastar al sector privado para demostrar que se tiene la fortaleza y la posibilidad de hacerlo. Se deben discutir los temas, sin perder nunca de vista la seguridad alimentaria. Por eso debemos seguir discutiendo, por ejemplo, el tema de la piratería, el cual es una realidad en muchos de los países de la Región.
Pinto: El comercio informal debe quedar de lado. Hoy el mundo avanza en el camino del progreso y eso demanda organización. Debemos crecer juntos como un bloque y a través del CAMEVET, para comercializar los productos en el mundo.
Salani: Conocemos perfectamente el funcionamiento de la OIE y es por ello que entendemos que sería de vital importancia que internalice las recomendaciones del CAMEVET. Esta Región está llamada a alimentar al mundo con proteína animal, la cual se genera -en parte- en base a la incorporación de insumos tecnológicos. Debemos alcanzar el reconocimiento de las máximas autoridades de la OIE y validar el funcionamiento de nuestro Foro. Esto no quiere decir que lo realizado hasta ahora haya sido en vano, ni mucho menos.
Por menos documentos que el Foro haya logrado armonizar en el pasado, han sido muy importantes para que muchos países dieran un salto de calidad.
¿Cómo perciben la llegada de productos argentinos a su país?
Pinto: En un mundo tan globalizado, la competencia es bien recibida. Las barreras no deben existir. Brasil es un mercado grande por sus volúmenes y es seguramente por eso que se posiciona como una de las plazas en las cuales desembarcar. Del mismo modo, nosotros vemos a la Argentina.
Nuestra competencia interna es tan intensa que el proceso de incursiones en otros mercados es más lento. Con estándares bien establecidos no existen razones por las que una empresa no pueda desarrollar productos en Brasil y ampliar su mercado en Argentina. Pero tienen que estar las condiciones dadas para que ello ocurra.
¿Un primer paso podría ser el arribo de la vacuna antiaftosa?
Salani: Claro que sí. Brasil cuenta con un parque industrial muy bueno, con gran competitividad y que puede expandirse en cualquier momento, pero necesitamos reglas claras para avanzar. Es por ello que apostamos a un CAMEVET fuerte, en el cual se armonicen situaciones y que las leyes sean válidas, con el mismo piso y en la misma medida, para todos.
Han estado intentando registrarla en nuestro país hace algunos años…
Salani: Es cierto. Los propios registros de la vacuna antiaftosa son complejos, pero sin dudas que nos interesa el mercado argentino. Brasil hoy tiene una capacidad instalada a partir de la cual y con un solo año de producción, se podría abastecer 10 años el producto en Argentina: generamos unas 750 millones de dosis al año.
Desde Argentina se ve que el ingreso a Brasil es cada vez más complicado…
Marcos Vinicius: Los productos de cualquier otro lugar del mundo pueden llegar a Brasil siempre que atiendan nuestras reglamentaciones y demuestren la calidad necesaria para ser lanzados al mercado.
No tenemos nada en contra de ningún país: todos deben cumplir las reglas para los registros de eficacia y estabilidad.
¿Cuáles son las expectativas?
Pinto: El 80% de la producción de carne bovina brasilera se consume internamente y aún así somos los mayores exportadores a nivel global. Más allá de esto, vemos buenas expectativas para el futuro, tanto en el exterior, como en el mismo Brasil, donde la población cada vez consume más proteína animal. Vemos un crecimiento seguro en los próximos tiempos.
En cuanto a la industria veterinaria en sí, podemos decir que crece porque cuando uno habla de aumentar productividad, hace referencia a incrementar la tecnificación.
Esto incluye la utilización de insumos veterinarios de una manera más correcta que en el pasado, con el objetivo de lograr las respuestas productivas adecuadas.
Si aumenta la tecnificación, aumentará también la utilización de insumos.