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Informe especial - Producción bufalina en Argentina

“El desempeño es muy superior al del bovino”

Así lo entiende Diego Reynal, empresario chaqueño, que en 2005 mutó a productor bufalino atraído por los resultados productivos de este animal en el Norte del país.
1 de septiembre de 2017 - 00:27

Quinta generación de ganaderos, pero segunda de productores bufalinos, Diego Reynal supo encontrar en este último una actividad de tiempo completo.
“En 2005, mutamos decididamente de bovinos a búfalos a partir de la compra de 500 cabezas a la Compañía General de Hacienda”, recuerda el empresario agropecuario radicado en la provincia del Chaco.
Reynal, junto a su padre, es propietario de dos establecimientos y sobre más 11.000 hectáreas, entre propias y alquiladas, tiene 7.500 cabezas, repartidas en dos provincias.
“Hoy, tenemos 2.600 vientres en el establecimiento La Raquel (Chaco) y otros 1.400, en el campo San Miguel (Formosa)”, grafica el productor. Y sigue: “Venimos creciendo a razón de 300 cabezas por año con niveles de preñez en torno al 70%, lo que nos permite comercializar unas 2.000 cabezas cada 12 meses”. A su vez, admite que la carga es alta considerando un ideal que no supere las 1,5 cabezas por hectárea. A medida que creció el rodeo cayeron los niveles de preñez y destete”.

Todo al búfalo
La incorporación de búfalos a los campos de la familia se dio en 1998. “Todo empezó como un hobby, con las primeras 20 vaquillonas y un toro, pero nos dimos cuenta que sin demasiados requerimientos todas parían y los animales se desarrollaban satisfactoriamente”, repasa Reynal. “Hoy tenemos una producción 100% a campo, los animales se destetan en octubre con 220 kilos promedio, una cifra mucho más alta que el vacuno. Los novillos de dos años, con un peso 400 kilos, todo a pasto, se vuelcan al mercado interno, mientras que para la exportación se los lleva 500 kilos”, explica. Y agrega: “En esos casos, se paga un poco mejor la carne, pero es menos eficiente en un nicho que suele saturarse”.
En cuanto a precios, el kilo vivo se paga $23 y quizás un poco más en Buenos Aires. Sin embargo, el productor explica: “Te queda la misma plata por los costos logísticos” y refuerza: “La vaca vieja, con un peso de 600 kilos, se paga hasta $20; una buena vaquillona preñada ronda los $ 12.000; similar a un bovino pero con una longevidad mucho mayor, de hasta 25 años”.
Para Reynal la producción de búfalos es una pasión que se explica en los fríos números. “Mientras que producir un kilo de carne de búfalo tiene un costo de $13, en bovinos y al menos en el Norte, esta inversión ronda los $22. Además, los campos con búfalos pueden tener un valor hasta 30% mayor”.
Entre los puntos flacos está la pata comercial y su baja adopción en el plato de los argentinos.
“No logramos generar masa crítica, a pesar que tenemos las asociaciones, falta generar un índice que de previsibilidad a la hora de comercializar el producto y sortear el problema de la estacionalidad, ya que por una cuestión biológica las hembras solo paren en otoño”, aporta el productor agropecuario.

Manejo y sanidad, en combo
Más allá de las virtudes del animal, hay aspectos que no deben pasarse por alto. Para Reynal, la inversión en sanidad no superar los $2 por kilo vivo comercializado. “Se desparasita tres o cuatro veces por año y se da cobre, similar a lo que ocurre con un bovino, pero por ejemplo, no se embicha ni tenemos problemas de garrapatas”, grafica algunos de los aspectos a considerar.
La Raquel, en Chaco, tiene unas 5.000 cabezas que son atendidas por seis empleados. Mientras tanto, cuatro peones vigilan las 2.800 de Formosa. Reynal señala que, tienen todo el campo con bollero eléctrico y rotación de pastoreos. “El búfalo es un animal muy noble que nos permitió duplicar la producción de carne por hectárea en relación al esquema de ciclo completo que teníamos instrumentado para la producción bovina”, concluyó.

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