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“Para alcanzar estos resultados se necesita tiempo y convicción”

Entrevistamos a Rodolfo Bellinzoni, director de Operaciones de Biogénesis Bagó, empresa que anunció la puesta en marcha de su planta de producción de vacunas antiaftosa para cerdos y bovinos en China.
1 de julio de 2017 - 00:15

A mediados de mayo, Biogénesis Bagó anunció la puesta en marcha total de su planta de vacunas Yangling JINHAI Biotechnology Co, ubicada en Shaanxi, China.
La noticia se dio a conocer en simultáneo a que la empresa recibiera las certificaciones de Buenas Prácticas de Manufactura por parte del Ministerio de Agricultura local y las licencias necesarias para elaborar y comercializar la vacuna antiaftosa destinada tanto a cerdos, como a bovinos.
Así, Biogénesis Bagó se convirtió en el primer laboratorio extranjero en producir y, ahora también comercializar, el producto en un mercado del cual participan otras seis empresas, todas de capitales chinos.
Vale decir que China posee la mitad de la población mundial de cerdos (700 millones) y el doble del stock bovino que tenemos en Argentina (110 millones de cabezas).
“Nos convertimos en el mayor productor de vacuna antiaftosa, con presencia en los dos mercados más importantes para el producto: Sudamérica y Asia”, rezaba el comunicado con que la firma anunciaba que se empezarán a comercializar los primeros lotes, en un sector del cual espera tomar un 20% de participación.
Esto equivale a casi la totalidad de la vacuna que se aplica en Sudamérica.
“En Asia estamos presentes desde 1997 exportando vacuna antiaftosa a Taiwán, Corea del Sur y Vietnam, contando también con registros para comercializarla en todos los países que practican vacunación en nuestro continente”, le comentó el director de Operaciones de Biogénesis Bagó -y pieza fundamental de un proyecto que comenzó a forjarse en el inicio de esta década-, Rodolfo Bellinzoni a MOTIVAR.
Y agregó: “Somos banco de antígenos y vacunas para Norteamérica y tenemos registrada la vacuna para utilización en caso de emergencia en Estados Unidos y Canadá. Sin dudas que todos estos antecedentes fueron clave para la concreción de este nuevo avance en materia internacional”.
Interesante es recordar que Yangling JINHAI Biotechnology Co surge como resultado de un “joint venture” entre Biogénesis Bagó e Hile Biotecnology Co, laboratorio privado chino que elabora vacunas para aves y cerdos.“Como socios en el emprendimiento, aportamos la tecnología y el conocimiento en el marco de un proyecto industrial que cumple con los más altos estándares internacionales de calidad”, sostuvo Bellinzoni.
Y completó: “Si bien el concepto de calidad puede tener varias interpretaciones, nos referimos a la posibilidad de, sistemáticamente, generar el mismo producto, con sus características y beneficios”.
En ese sentido, nuestro entrevistado destacó el trabajo realizado en materia de transferir -paso a paso- todas las etapas del proceso productivo, logrando la solidez necesaria para avanzar.
“La vacuna aftosa es fruto de todo un equipo, que trabaja de manera sistematizada, para generarla. Nuestra propuesta es lograr un producto de clase mundial”, aseguró quien recientemente ha sido incorporado por la Academia Nacional de Agronomía y Veterinaria como Académico de Número.

Las expectativas
Tal como destacan desde Biogénesis Bagó, la planta de JINHAI cuenta con la última tecnología en producción de cultivos celulares, purificación de antígenos y formulación de vacunas. Su puesta en marcha implicó una inversión aproximada de US$ 60 millones y tendrá una capacidad productiva de 400 millones de dosis por año. “Este año seguramente iniciaremos con unas 30 millones de dosis para ya en 2018 producir más de 150 millones de dosis al año”, le explicó Bellinzoni a MOTIVAR. A su turno, sostuvo que la base del desarrollo surge en el diseño mismo de la planta y la calidad de construcción, de instalación y tecnología. “Sin dudas que para que esto se cumpla ha sido clave el rol del servicio de ingeniería de la empresa”, sostuvo quien se desempeña en Biogénesis Bagó desde 1990, para luego insistir sobre la importancia de lograr calidad, como valor agregado. “Para hacerlo se necesita tiempo y convicción. Este es un muy buen ejemplo de cómo, persistentemente, a lo largo del tiempo hemos avanzado en la misma dirección, con la convicción necesaria para alcanzar el resultado”, explicó nuestro entrevistado.
Vale también decir que, como parte del proceso de transferencia tecnológica, la compañía entrenó durante los últimos cuatro años a gran parte del personal que hoy está operando la planta en China.
Más allá de esto, Bellinzoni resaltó también el aporte del polo científico técnico argentino, “el cual después de 2001 -con la vuelta de aftosa al país-, logró que los centros de referencia trabajasen en conjunto, generando por ejemplo que desde 2006 el Senasa sea referente internacional en el tema”.
La planta de vacunas antiaftosa en China ya es una realidad para el laboratorio que recientemente abrió su oficina comercial en Shanghai y está exportando vacunas también a Corea, Taiwán y Vietnam, desde su planta de Garín, en la provincia de Buenos Aires.
“Es justo destacar el rol de los accionistas de la empresa. Siempre han sabido aportar la orientación, motivación y confianza para que los proyectos se hagan realidad”, comentó Bellinzoni.
Y culminó: “Biogénesis Bagó es el producto de todos los profesionales que han pasado por la empresa. Es muestra de que con método y constancia se pueden lograr resultados”.

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