Para continuar, suscribite a Motivar. Si ya sos un usuario suscripto, iniciá sesión.
SUSCRIBITE
Tal como venimos sostenido desde este medio en los últimos años, el sector ganadero nacional debe seguir enfocándose en el cumplimiento de las buenas prácticas de producción y formalizar su vínculo con el bienestar de los animales, un aspecto de alto impacto educativo y cultural.
En ese marco, parecería ser que estos temas han comenzado a mostrar un hilo conductor que permite seguir avanzando sobre firme. ¿A qué nos referimos?
Puntualmente a generar acciones concretas ligadas a cada una de las tres etapas centrales de la actividad ganadera en nuestro país: producción primaria, transporte y faena, siendo este último rubro el que mayores avances ha mostrado en el último tiempo.
En cumplimiento a los dispuesto por el Reglamento CE 1099/99 de la Unión Europea, el Senasa llevó adelante -en la sede porteña de la Sociedad de Medicina Veterinaria- las primeras jornadas de capacitación para los profesionales encargados de bienestar animal de los establecimientos frigoríficos habilitados a exportar carnes de las especies bovina, ovina y equina y sus respectivos Servicios de Inspección.
Destacando que quienes participamos de la capacitación éramos todos profesionales de la actividad veterinaria y luego de la presentación formal llevada adelante por el director nacional Gustavo Pérez Harguindeguy, los docentes oficiales Débora Racciatti, Mónica Ponce y Andrés Schnoller, brindaron una pormenorizada capacitación.
Vale recordar que el reglamento europeo ligado a «la protección de los animales en el momento de la matanza» que entrara en vigencia el 1 de enero de 2013, exige a las Plantas de los Estados Miembro y a los terceros países exportadores (en su Artículo Nº 17), contar con un encargado del Bienestar Animal.
Este personal de la planta (según su Artículo 21) deberá poseer un Certificado de competencia, que obtendrá luego de asistir a cursos de formación y evaluación oficiales.
Así fue como el Senasa desarrolló un completo programa durante dos jornadas con un total de 16 horas cátedra. Del mismo se destacó el desarrollo de los conceptos generales e indicadores comportamentales, fisiológicos y productivos del bienestar animal en las especies bovina, ovina y equina, el impacto del estrés y sus efectos en las carnes, manejo apropiado de los animales en planta e indicadores positivos del buen manejo.
Finalmente, se realizó un análisis pormenorizado del Reglamento 1099 y las principales exigencias, especialmente en los métodos de insensibilización y situaciones emergenciales que pueden ocurrir en planta.
Como se dijo, este avance en el tercer eslabón de la cadena ganadera se suma también a la readecuación que el propio Senasa ha realizado en cuanto a su normativa (capacitaciones y controles efectivos) en el transporte de la hacienda, por medio de las cuales se certifican las condiciones de los vehículos, su equipamiento específico y los conocimientos particulares del conductor.
Queda, entonces, el mayor de los desafíos por delante: la producción primaria.
En ese punto estamos mejor que hace 10 años, sin ninguna duda y mucho han contribuido las facultades, las entidades y las empresas del sector.
Más allá de esto, entiendo que el verdadero cambio se producirá en el momento que no existan más mercados que paguen por los animales en pie, sino por la media res, situación comercial a la cual sin dudas llegaremos en el corto plazo, pero que sin dudas será materia de otra de nuestras columnas.